Tecnologías de filtrado de agua

En los últimos años, la gama y la eficacia de los filtros de agua domésticos han aumentado. Pueden ser tan básicos como los sistemas de eliminación del sabor o el olor o tan complejos como los sistemas de desinfección o desmineralización. Por ello, en este artículo le vamos a mencionar las principales tecnologías de filtrado utilizadas hoy en día en los hogares.

Unidades de ósmosis inversa

La mayoría de los minerales endurecedores, como el calcio, así como otros compuestos y la mayoría de los olores y aromas, pueden ser eliminados por ellos. La OMS no aconseja beber agua excesivamente desmineralizada sin reponer minerales como el sodio, el potasio o el magnesio, cruciales para el buen funcionamiento del organismo.

Filtros de carbón activo

Estos son los más recomendados, ya que absorben las impurezas orgánicas e inorgánicas que provocan el mal sabor u olor del agua. Actualmente, un filtro con estas características ayuda a la gente a evitar el consumo de botellas y garrafas de plástico, prevenir dolencias intestinales y recibir agua potable. Además, debe considerar los precios de los filtros de agua, ya que varía dependiendo del material del que este hecho.

Métodos de intercambio iónico

Estas técnicas de filtración se emplean con frecuencia como sistema de tratamiento de aguas duras para eliminar elementos como el calcio y el magnesio. Se aconseja su uso con aguas extremadamente duras para limpiar el agua que se ocupa al lavar la vajilla o la ropa. Consumir esta agua es perjudicial, ya que estos sistemas sustituyen los metales eliminados por sal.

Destiladores de agua

Dado que la destilación es un proceso distinto del filtrado, estos aparatos no pertenecen exactamente a la categoría de filtros. Al utilizar esta técnica, todos los contaminantes sólidos y biológicos se quedan atrás mientras el agua se evapora y se condensa de nuevo. Una vez más, no se aconseja beber agua destilada directamente, ya que carece de todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.

Filtros metálicos

Se trata de una amplia variedad de tecnologías de filtración que impiden el paso de partículas de distintos grosores. Van desde dispositivos que se colocan en la red de agua doméstica hasta filtros que se colocan en el caño del grifo. Se fabrican principalmente para eliminar los sedimentos ocasionales del agua, como la de los pozos privados.

¿Es necesario contar con un filtro de agua?

La revolución de la vida en nuestro planeta se basa en dos hidrógenos y un oxígeno. Nada de lo que conocemos existiría sin agua. Sin embargo, no pensamos en ello cuando abrimos el grifo y dejamos correr el agua. La damos por sentada a pesar de que es un recurso más escaso y se enfrenta a más riesgos de los que nos imaginamos.

Hoy en día, la mayoría de las personas tienen acceso a agua potable limpia. Sin embargo, más de 2.000 millones de personas beben cada día agua potencialmente contaminada, según la Organización Mundial de la Salud. Los sistemas industriales de filtración, purificación y potabilización, junto con los controles que garantizan que el agua potable no represente un problema para la salud, son a menudo los que marcan la diferencia.

El agua del grifo contiene una gran variedad de partículas. Como los acuíferos, el tratamiento y los métodos de transporte varían según el lugar e incluso dentro de la misma provincia, la situación puede fluctuar sustancialmente. Es evidente que el agua, como solemos llamarla, está compuesta por mucho más que hidrógeno y oxígeno.

El agua incluye de forma natural una variedad de partículas en suspensión, componentes químicos disueltos y microbios que recoge de su entorno. Aunque se desconoce cómo pueden afectar los microplásticos a la salud humana, se han introducido en ellas. 

En los países en los que todo el mundo tiene acceso a agua potable, se utilizan varios procedimientos de filtración y desinfección para garantizar que la mayoría de estos contaminantes no lleguen a ser ingeridos. Sin embargo, existen otras justificaciones para instalar un filtro en casa.

Aunque químicamente no sea esencial, las tecnologías de filtrado ayudan a cambiar esa impresión, lo que puede mejorar el consumo de agua del grifo.

Cuando hablamos de zonas sin red de agua corriente o donde está ni siquiera es potable, la cosa cambia. Aunque garantizar la potabilidad desde un punto de vista químico y biológico es más difícil que establecer un sistema de filtrado, un filtro puede ser un punto de inflexión en esta situación. 

Un filtro puede ser una auténtica revolución para muchos lugares en los que acceder al agua potable es un problema. Este puede facilitar que la gente tenga un acceso asequible y ubicuo a una fuente básica de vida.